La Cineteca Nacional presenta una de las retrospectivas más completas del cineasta italiano Michelangelo Antonioni, para recordar porque es uno de los principales referentes de la cinematografía mundial y uno de los realizadores más entrañables para los amantes del cine; sobre todo para que aquellos que no lo conocen entren en contacto con lo mejor de su trabajo, dijo el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, al inaugurar la retrospectiva que tiene lugar durante este mes de diciembre en el complejo cinematográfico del Conaculta.
Alejandro Pelayo Rangel agradeció la colaboración del Instituto Italiano de Cultura, de Cinecittà Luce, la Embajada de Italia en México y la Presidencia Italiana de la Unión Europea, por su colaboración para llevar a cabo este ciclo, que reúne 16 largometrajes y 18 cortometrajes, la mayoría en formato de 35 mm, que se proyectan del 6 al 30 de diciembre, en la Sala 9 Juan Bustillo Oro del complejo cinematográfico del Consejo Nacional para Cultura y las Artes (Conaculta).
Durante su intervención, Gianni Vinciguerra, agregado cultural y director del Instituto Italiano de Cultura, dijo que la Cineteca Nacional es un lugar entrañable para él durante sus años de estancia en este país, y por lo tanto, le complace mucho trabajar en colaboración con este espacio, para evocar la cinematografía del que dijo es uno de los más internacionales y menos hollywoodenses de los directores italianos.
“A diferencia de Federico Fellini, quien nunca abandonó sus estudios de filmación, Antonioni viajó a Estados Unidos, donde grabó una película de época comoZabriskie Point (1970), y descubrió el paisaje y la realidad de América, según su propio estilo y poética, los cuales son totalmente ajenos a los valores estéticos dominantes en Hollywood”, y reconoció que aborda su cinematografía integrando todo lo que el cine hollywoonese deja fuera de la lente.
El diplomático dijo que desde El grito (Il grido, 1957), La noche (La notte, 1961) y La aventura (L’avventura, 1960), el cine de Michelangelo es pura geometría de la imagen como un cuadro de Mondrian.
Vinciguerra recordó que hubo un momento en el que el cineasta quiso respirar el aire de su tiempo, y por eso durante los sesenta en Londres hizo Blow Up (1966), una pieza asombrosa por la cantidad de impresiones de aquella época que concentra: la fotografía pop, la minifalda, la moda de los sesenta ejemplificada en sus escenas, y obviamente el rock and roll con los Black Birds y Jimi Page, que tocan fuerte y estruendoso en la escena de la discoteca; el gusto teatral por el performance en la escena de los niños que simulan jugar al tenis sin pelota, y naturalmente la propia ciudad de Londres, retratada por su free cinema como su ciudad símbolo de huidas y fantasías.
“Es por esa riqueza de referencias y memorias que Blow Up es una de las películas más bellas y emocionantes de Antonioni, así como Zabriskie Point es la más tierna y entrañable. Pues en esta película Antonioni logra apoderarse de América, como cuando la simple mirada de la actriz hace explotar una casa en las rocas mientas escuchamos la música de Pink Floyd. Esta es la verdadera ruptura de la incapacidad de comunicarse, una de las obsesiones bellamente retratadas en el cine de Michelangelo Antonioni”, describió.
También explicó que el filme inaugural, El desierto rojo (Deserto rosso, 1964), cumple 50 años de haber sido estrenada y galardonada con el León de Oro a la Mejor Película en el Festival de Cine de Venecia, motivo por el cual se decidió que enmarcara el arranque de la retrospectiva, además de que es la última película de la tetralogía de la incomunicación y la primera que hizo en color.
Remarcó que la genialidad del cineastas reside ahí en la capacidad de poderosas imágenes, en la pureza expresiva ajena a los clichés, en un lenguaje cinematográfico, propio, cercano a la abstracción.
Arnaldo Minuti, consejero de la Embajada de Italia, dijo que se trata de una retrospectiva que plantea una de las más importantes experiencias del cine italiano. En representación del Embajador de Italia en México, anunció que el próximo año se llevarán a cabo diversas actividades debido a que 2015 ha sido elegido para ser el año de Italia en América, y la presencia de aquel país europeo será celebrado en todos los países, incluido el nuestro. Por lo que adelantó que se llevarán a cabo actividades culturales entre ambos países.
La retrospectiva se proyectará en la Cineteca Nacional hasta el 30 de diciembre, y se incluyen también: Crónica de un amor (Cronaca di un amore, 1950); La dama sin camelias (La signora senza camelie, 1953); Los vencidos (I vinti, 1953); La amiga (Le amiche, 1955); El eclipse (L’eclisse,1962); Chungkuo Cina (1972); El pasajero (Professione: Reporter, 1975); El misterio de Oberwald (Il mistero di Oberwald, 1980); Identificación de una mujer (Identificazione di una donna, 1982), y Más allá de las (Al di là delle nuvole, 1995), dirigida junto con Wim Wenders.
Además el ciclo se complementa con una serie de cortometrajes, que incluye los siguientes títulos: Gente del Po (1943), Netezza Urbana (1948), Superstizione (1948)L’amorosa menzogna (1949) Sette canne, un vestito (1949) Vertigine (1950) La villa dei mostri (1950), Tentato suicidio (1953), Ritorno a Lisca Bianca (1983)Fotoromanza (1984) India, Kumbha Mela (1989) Roma 90 (1990) Noto, mandorli, vulcano, Stromboli, carnevale (1993) Sicilia (1997), L’ultima sequenza di Professione Reporter (1985) Fare in film per me é vivere (1995) Antonioni visto da Antonioni (1978) y Michelangelo Antonioni: Lo sguardo che ha cambiato il cinema (2001).
Asimismo, el lobby de la Sala 3 Fernando de Fuentes, albergará durante diciembre una muestra fotográfica compuesta de 20 fotografías a color, además de un video con escenas de películas representativas del cine del autor fallecido en 2007.
